Vengo reflexionando algunos dias sobre el tema del amor; que por otro lado es uno de mis grandes temas y del que no dejo de indagar y querer aprender. Y he llegado a la conclusión de que aparte de lo que ya todos sabemos sobre el amor (que , siento decirlo, en su mayor parte son lugares comunes influidos por las pantallas diversas), amar es dar.
y ¿porqué me parece significativo reflexionar sobre esto? pues porque generalmente los humanos estamos en pedir. Aunque no sea por supuesto explícitamente. Hay innumerables maneras de pedir, exigir, esperar recibir de manera tácita.
Y no es que esté promulgando que no se debe esperar nada a cambio en la relación amorosa, pues quizá eso ocasione un desequilibrio que es la razón por la que siempre se rompen la relaciones.
Lo que me me parece reseñable es cambiar el foco y preguntarnos en todo momento qué es lo que damos en nuestra relación y con qué intención lo hacemos.
Esta pregunta tiene que ser como un sable que te rasga la ropa de arriba a abajo y te deja totalmente desnudo ante la respuesta.
Honesta, despiadada, implacable. Una pregunta ante cuya presencia solo quepa meter la mano hasta las tripas. ¿Amas para dar o amas para recibir?. ¿compartes lo que te sobra por sentido de completitud con el otro o secretamente das para recibir lo que te falta por sentido de incompletitud y desvalorización? La diferencia entre ambas posiciones es abismal en el resultado de la relación.
Pues en estas ando hoy, día 12 de diciembre, del año de la pandemia. Feliz fin de semana, semejantes
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